Domando monstruos verdes: técnicas de soporte para proteger a las plantas de cannabis de la gravedad

El cultivo de cannabis es un arte que requiere de una meticulosa atención y cuidados constantes. Y entre los mayores desafíos a los que se enfrentan los cultivadores se encuentra la necesidad de proporcionar soporte adecuado a las plantas durante todo su desarrollo. El entutorado o el enrejado son técnicas fundamentales para prevenir roturas en etapas cruciales de su vida, desde las vulnerables plántulas recién trasplantadas hasta las imponentes plantas en floración avanzada con cogollos como puños. ¡Te explicamos en qué consisten!

En el mundo del cultivo de cannabis, pocos escenarios son tan frustrantes como ver una planta cuidada con esmero romperse bajo su propio peso o por factores externos como el viento o la lluvia. Por eso, ya sea una plántula joven luchando por mantenerse erguida o una planta madura cargada de pesados cogollos, el soporte y la sujeción son fundamentales para garantizar la salud y productividad de la plantación. 

Porque, incluso en ambientes controlados, los tallos débiles o estirados pueden comprometer la integridad estructural de la planta. Pero el soporte no solo previene daños físicos, sino que también optimiza el crecimiento, asegurando una distribución uniforme de la luz y la ventilación, maximizando los rendimientos. Y es necesario distinguir dos momentos claves en los que la sujeción adecuada adquiere su máxima importancia.

Soporte para plántulas recién trasplantadas al exterior

Las plántulas jóvenes de cannabis son como recién nacidos en el jardín, requiriendo cuidados especiales para convertirse en ejemplares robustos y saludables. Y cuando se trasplantan al exterior en primavera, se enfrentan a nuevos desafíos en forma de condiciones climáticas variables o ataques de animales, por lo que es necesario proporcionarles soporte para evitar que se caigan o se rompan.

La lignificación, proceso por el cual los tallos se vuelven más leñosos y resistentes, aún no se ha completado, dejando a las jóvenes plantas a merced de los caprichos de la gravedad; además, el sistema radicular no es lo suficientemente extenso para ofrecer un anclaje fuerte, lo que significa que las plantas pueden ser fácilmente derribadas.

Para abordar estos peligros, se pueden emplear varias técnicas de soporte:

Tutores individuales

El uso de estacas de madera, cañas de bambú, varillas metálicas finas o incluso un palillo de dientes (que puede ser suficiente para plántulas recién germinadas), proporciona un apoyo directo al tallo principal. Es fundamental insertar estos tutores con extrema precaución, manteniendo una distancia de al menos 5-6 cm del tallo para evitar dañar las raíces; y el amarre debe realizarse con materiales suaves, como cintas de jardinería o hilos de rafia, ajustándolos periódicamente para evitar estrangulamientos a medida que el tallo se engrosa. 

Soporte horizontal con mallas o redes

El uso de mallas o redes bajas, similares a un SCROG en miniatura, ofrece una guía para el crecimiento temprano, proporcionando no solo soporte, sino que también fomentando una distribución uniforme de la energía para lograr una estructura más robusta y equilibrada. Incluso una red ligera puede estirarse sobre las plántulas para protegerlas del viento y alentarlas a crecer hacia arriba a través de ella, proporcionando estabilidad natural a medida que se desarrollan.

Protección contra vientos 

En zonas propensas a ráfagas fuertes, la instalación de barreras físicas o el uso de estructuras temporales, como parapetos de tela o plástico, pueden colocarse alrededor de las plántulas para bloquear vientos fuertes; pero deben retirarse o ajustarse a medida que crecen para evitar que se vuelvan demasiado dependientes de la protección. En áreas con clima impredecible, el uso de mini invernaderos puede resguardar a las plantas jóvenes del viento, la lluvia y las fluctuaciones de temperatura, mientras aún permite el paso de la luz.

Soporte en etapas de floración avanzada

A medida que las plantas de cannabis entran en la etapa de floración, el desafío evoluciona, ya que los cogollos, en su máximo esplendor, pueden aumentar significativamente de peso en cuestión de días, sometiendo a las ramas a un gran estrés mecánico, especialmente si la planta ha crecido alta y delgada sin el soporte adecuado. Si el cannabis han experimentado deficiencias de nutrientes u otros estreses, puede desarrollar ramas quebradizas que son más propensas a romperse bajo peso o presión externa.

Para contrarrestar esta amenaza gravitatoria, los cultivadores disponen de varias técnicas avanzadas:

Sistemas metálicos de entutorado vertical

Las jaulas metálicas, adaptadas para el cannabis, ofrecen un soporte integral que permite apoyar las ramas principales en múltiples puntos, distribuyendo el peso de manera uniforme. Para plantas particularmente vigorosas, los tutores verticales proporcionan una sujeción adicional, permitiendo ajustes precisos a medida que los cogollos ganan masa.

Redes de enrejado avanzadas

El enrejado puede consistir en marcos de madera, plástico o metal construidos alrededor de una planta para sostenerla; o en una malla cuadrada que se coloca sobre ella, lo que no solo optimiza la exposición lumínica, sino que también actúa como un sistema de soporte distribuido. Al entrelazar cuidadosamente las ramas superiores a través de la malla, se crea una estructura de apoyo mutuo entre las diferentes partes de la planta, permitiendo domar ejemplares del tamaño de árboles, con ramas silvestres que apuntan en todas direcciones.

Técnicas de atado selectivo

Esta técnica requiere un ojo experto para identificar las ramas que necesitan apoyo adicional, cruzándolas y atándolas a ramas adyacentes más fuertes para crear un sistema de soporte natural dentro de la propia planta. Fomentar que las ramas se apoyen entre sí atándolas juntas puede crear una estructura más fuerte y estable.

‘Supercropping’ controlado

Esta técnica implica doblar sin romper el tallo para hacerlo más flexible, lo que estimula a la planta a reforzar el área dañada con crecimiento adicional y tejidos más fuertes. La planta típicamente formará un «nudillo» o un área callosa en el lugar del daño, lo que proporciona fuerza y soporte añadidos.

Poleas para plantas

Estas poleas consisten en pequeños ganchos de plástico unidos a una cuerda, que se cuelga en la parte superior del armario de cultivo y permiten que estos sostenga parte del peso de las plantas, distribuyendo la carga de manera uniforme sin causar daños. Si cultivas en interior, los yoyos para plantas son la opción más fácil y eficiente para dar soporte a cogollos pesados.

Soluciones de emergencia

En el desafortunado caso de una rama rota, la rápida aplicación de cinta de injerto o esparadrapo puede salvar la extremidad y permitir que continúe su desarrollo. Para mayor soporte, usa una estaca como entablillado, atándola a la rama a ambos lados de la rotura con amarres suaves o cinta. Si una rama está severamente dañada y no se puede salvar, a veces es mejor podarla limpiamente para prevenir la propagación de enfermedades y permitir que la planta enfoque su energía en el crecimiento saludable.

Otros consejos de soporte

Es fundamental reconocer que cada variedad de cannabis puede requerir un enfoque ligeramente diferente. Por ejemplo, las índicas compactas pueden beneficiarse más de un soporte vertical, mientras que las sativas larguiruchas podrían requerir un sistema de red más elaborado para distribuir su peso de manera efectiva. Complementar estas técnicas de sujeción con prácticas de defoliación y una nutrición equilibrada que fortalezca los tallos puede marcar la diferencia entre una cosecha mediocre y una de campeonato.

También es necesario inspeccionar los soportes y amarres al menos una vez por semana, para asegurar de que aún sean adecuados para el tamaño de la planta. A medida que crece, ajusta gradualmente los soportes para acomodar su altura y ancho crecientes. Y usa materiales biodegradables para los amarres, ya que se descompondrán naturalmente con el tiempo, reduciendo la necesidad de ajustes frecuentes.

Recuerda, que, en última instancia, dominar el arte del soporte y la sujeción en el cultivo de cannabis no solo protege la inversión, sino que también permite a estas magníficas plantas alcanzar su máximo potencial, desafiando a la gravedad y produciendo cosechas que son tanto un testimonio de la habilidad del cultivador como de la resiliencia natural del cannabis.