Cómo usar microorganismos beneficiosos para cultivar cannabis de calidad

El arte del cultivo de marihuana es muy amplio y existen gran cantidad de técnicas para sacar lo mejor de tus plantas. Y los microorganismos pueden desempeñar un papel fundamental en esta tarea, no solo ayudando a aumentar la productividad, sino también mejorando la calidad del producto final. Desde el ciclo de nutrientes y la salud del suelo, hasta el crecimiento o rendimiento final, estos diminutos organismos son los héroes anónimos del cultivo orgánico de cannabis.

Los microorganismos están en todas partes, en el agua, en el aire, en la superficie de nuestra piel e incluso dentro de nuestros cuerpos. Estos seres microscópicos incluyen bacterias, virus, hongos, ​​algas… y, en algunos casos, pueden causar enfermedades. Sin embargo, algunas especies son esenciales para mantener una buena salud, tanto para los humanos como para el ecosistema de nuestro planeta.

Las plantas de cannabis no son una excepción y los cultivadores más experimentados saben que la vida microbiana pueden proporcionar numerosos beneficios. Tiende a desarrollarse en un área llamada rizosfera, que rodea las raíces de la planta; y constituye lo que se conoce como un ‘suelo vivo’, un sustrato con una población de criaturas útiles, cada una de las cuales juega un papel único en ese ecosistema, pero todas trabajan en armonía para crear un delicado equilibrio entre el ciclo de nutrientes y la salud de las plantas.

En este estilo orgánico de cultivo, el poder se le devuelve a las plantas, quienes como seres vivos han evolucionado durante millones de años para aprender a alimentar sus propias necesidades, encontrando lo que requieren sin necesidad de moverse del lugar en el que prosperan.

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Tipos de microorganismos presentes en un suelo vivo

Estos microorganismos forman una red alimentaria que ayuda a las plantas a desarrollarse, a cambio de los carbonos y azúcares que la planta libera a través de sus raíces. Puedes encontrar bacterias, hongos, nematodos o protozoos, solo por nombrar algunos.

Las bacterias, por ejemplo, se encargan de descomponer la materia orgánica y convertirla en nutrientes útiles. También ayudan a suprimir patógenos dañinos y mejoran la estructura del suelo, actuando como pesticidas orgánicos y reduciendo la susceptibilidad de la planta al estrés. Sin bacterias beneficiosas, tus plantas se quedarían sin los recursos necesarios para vivir.

Los hongos también son un eslabón crucial en el camino hacia la descomposición de la materia orgánica muerta. En concreto, los hongos micorrízicos forman relaciones simbióticas con las raíces de las plantas, donde obtienen un suministro constante de carbohidratos producidos por la fotosíntesis (sacarosa, glucosa, etc.), un factor crucial para su supervivencia; a cambio, las plantas disfrutan de la capacidad única de los hongos para ayudar a absorber agua y nutrientes del suelo.

Los hongos realizan esta acción a través de la formación de hifas, las estructuras filamentosas que forman su micelio y que poseen un área de superficie mucho mayor que las raíces de las plantas de cannabis. De hecho, los hongos micorrízicos pueden aumentar la superficie de la raíz hasta 1000 veces, lo que permite que las plantas absorban más nutrientes y agua.

Y los nematodos, bueno, son otros protectores de la salud del suelo, minúsculos gusanos que comen patógenos dañinos y airean el terreno, ayudando a controlar las plagas y enfermedades del medio. Además, algunos nematodos también pueden descomponer la materia orgánica y liberar nutrientes esenciales.

Otros microorganismos beneficiosos, como los tricodermas y protozoos, también juegan un papel crucial, al actuar como agentes de control biológico para proteger los cultivos contra enfermedades y mejorar la salud de las plantas, además de facilitar la absorción de nutrientes, actuando como extraordinarios estimuladores de crecimiento.

En resumen, estos microorganismos son esenciales para conseguir plantas de cannabis sanas y cosechas abundantes. Al comprender y utilizar el poder de estos pequeños aliados, los cultivadores pueden llevar su plantación al siguiente nivel. Porque el secreto de un cultivo exitoso es un suelo saludable y la vida que existe en él.

¿Cómo introducir microorganismos beneficiosos en tu cultivo?

En los preceptos del cultivo orgánico, debemos aprovechar el poder de la microvida en el suelo para permitir que la planta se alimente cuando lo necesite. Nosotros, como cultivadores, solo proporcionamos las condiciones adecuadas para ayudar a la planta y la red alimentaria del suelo a hacer su trabajo. Para ello…

• Usa compost orgánico o humus de lombriz para introducir una población diversa de microorganismos.
• También puedes usar un caldo nutritivo o té de compost (líquido acuoso orgánico obtenido de un compost) para estimular el crecimiento de este tipo de microvida.
• Incorpora hongos micorrízicos en el sustrato mediante el uso de inoculantes específicos.
• Empapa el suelo de bacterias beneficiosas para introducirlas directamente en la zona de raíces de la planta.

Consejos para mantener un ecosistema de suelo saludable

Nuestro objetivo principal es cuidar bien la vida del suelo para que la vida del suelo cuide muy bien de las plantas. Alimentamos el suelo, no solo las plantas. Por tanto…

• Evita el uso de pesticidas y fertilizantes químicos, ya que pueden alterar el equilibrio de los microorganismos.
• Controla los niveles de pH y ajústalos según sea necesario para estimular el crecimiento de la microvida.
• Incorpora la rotación de cultivos y cultivos de cobertura para impulsar la salud del suelo y la biodiversidad.

Buenas prácticas para el uso de microorganismos beneficiosos

En un esfuerzo por cultivar más eficientemente y reducir las variables de error, muchos cultivadores optan por forzar la alimentación de las plantas con nutrientes químicos, incluso cuando no los necesitan. Con el método de cultivo de suelo vivo, tratamos de imitar la naturaleza y, por lo tanto, sacar el mejor potencial de la planta, lo que nos permite mantener un sistema sostenible con el mínimo desperdicio y la máxima productividad y calidad. Para lograrlo debes…

• Analizar el sustrato regularmente para controlar los niveles de microorganismos y ajustar las prácticas de cultivo en consecuencia.
• Prestar atención al ambiente de cultivo, ya que la temperatura y la humedad pueden afectar la supervivencia de estos seres microscópicos.
• Utilizar una amplia gama de vida microbiana para fomentar un ecosistema de suelo sano y equilibrado.
• Es importante asegurarse de que los microorganismos estén vivos y activos antes de usarlos: pueden perder su efectividad en condiciones extremas.
• Es importante usarlos en el momento adecuado: algunos deben aplicarse antes de plantar las semillas de marihuana, mientras que otros durante el cultivo.

Aprender a crear un suelo vivo lleno de microvida te permitirá cultivar la marihuana de mejor calidad, un cannabis orgánico suave y sabroso, con un efecto más limpio. En suma, un cannabis más natural.

Pero no se trata solo del resultado final, también se trata del viaje. La incorporación de microorganismos en un cultivo no busca solo mejorar la calidad de una cosecha, sino también adoptar un enfoque holístico. Consiste en tratar tus plantas, suelo y medio ambiente con el respeto que se merecen, comprender el delicado equilibrio de la naturaleza y trabajar en armonía con ella. Y eso es algo que tus plantas te agradecerán.