El THC podría revertir el envejecimiento cerebral, según un reciente estudio

Una investigación reciente ha descubierto un potencial fascinante del cannabis en la lucha contra el envejecimiento, en particular en relación con la función cerebral. Este estudio, realizado por científicos de la Universidad de Bonn, exploró los efectos de la administración prolongada de tetrahidrocannabinol (thc) en dosis bajas en ratones y reveló resultados sorprendentes que podrían allanar el camino para nuevos enfoques en materia de salud cognitiva.

A medida que envejecemos, nuestro cerebro se vuelve más lento, nos volvemos más olvidadizos, menos agudos y nos cuesta aprender cosas nuevas con la misma facilidad que antes. Sin embargo, la respuesta para hacer retroceder el reloj de nuestro cerebro envejecido puede estar escondida en un lugar sorprendente: el cannabis.

Investigadores alemanes han descubierto que la administración a largo plazo de dosis bajas de un componente clave del cannabis puede revertir los procesos de envejecimiento en el cerebro y tiene un efecto antienvejecimiento en general, según un nuevo estudio que podría abrir el camino a nuevos tratamientos dirigidos al deterioro cognitivo relacionado con la edad.

Realizado por equipos del Hospital Universitario de Bonn (UKB) y la Universidad de Bonn en colaboración con la Universidad Hebrea de Israel, la investigación, publicados en la revista ACS Pharmacology & Translation Science, se centró en los efectos del tetrahidrocannabinol (THC) en ratones envejecidos y cómo influía en las vías moleculares clave de sus cerebros.

Los investigadores trataron a ratones ancianos con pequeñas dosis diarias de THC durante varias semanas. Los ratones envejecidos mostraron mejoras espectaculares en el aprendizaje, la memoria y la flexibilidad cognitiva; y sus cerebros incluso comenzaron a producir nuevas conexiones entre neuronas, un proceso típicamente asociado con cerebros jóvenes en desarrollo.

El estudio, que fue financiado por la Deutsche Forschungsgemeinschaft (Fundación Alemana de Investigación), una organización auspiciada por el Gobierno alemán mientras ese país lanza su nueva política de legalización de la marihuana, también arroja algo de luz sobre los mecanismos que podrían subyacer a los efectos beneficiosos de este componente del cannabis.

La ciencia detrás de este descubrimiento

El envejecimiento suele asociarse a un deterioro de las capacidades cognitivas, que se cree que es consecuencia del desgaste de las células cerebrales y de las conexiones entre ellas. Investigaciones anteriores habían sugerido que el sistema endocannabinoide (la red compleja de receptores y moléculas de señalización en el cerebro y otros órganos) desempeña un papel crucial en este proceso.

En concreto, el receptor cannabinoide tipo 1 (CB1), abundante en el cerebro, parece estar relacionado con el envejecimiento cerebral. En estudios anteriores se ha demostrado que la pérdida de actividad del CB1 en ratones provoca importantes déficits relacionados con la edad en el aprendizaje, la memoria y la supervivencia neuronal. 

Con esto en mente, los investigadores se propusieron explorar si mejorar la actividad del receptor CB1 con dosis bajas de THC podría tener el efecto opuesto, revirtiendo potencialmente algunos aspectos del envejecimiento cerebral. 

Estaban particularmente interesados ​​en cómo el THC podría afectar a la proteína mTOR, que actúa como un regulador central del crecimiento celular, el metabolismo y el envejecimiento. La señalización de la proteína mTOR se ha vinculado tanto al rendimiento cognitivo como al proceso de envejecimiento, lo que la convierte en un objetivo clave para las intervenciones destinadas a prolongar la esperanza de vida saludable.

Principales conclusiones del estudio

Para el estudio, los investigadores utilizaron un grupo de ratones machos jóvenes (de cuatro meses de edad) y viejos (de 18 meses de edad, equivalentes a unos 65 en años humanos) que fueron asignados aleatoriamente para recibir una dosis baja de THC o un placebo durante un período de 28 días. El THC se administró de forma continua a través de minibombas subcutáneas, lo que permitió a los investigadores controlar la dosis y garantizar una administración constante.

El estudio descubrió que el tratamiento con THC desencadenó una compleja cascada de cambios metabólicos en los cerebros de los ratones mayores. Aumentó la producción de energía, aumentó la disponibilidad de las materias primas necesarias para formar nuevas conexiones cerebrales y activó vías asociadas con la reparación y renovación celular.

En esencia, el THC parecía cambiar los cerebros envejecidos a un estado más juvenil y energético, preparado para el crecimiento y la plasticidad. Es como si los cerebros hubieran sufrido una remodelación metabólica, abandonando su metabolismo lento y anciano por uno ágil y adolescente.

Curiosamente, estos efectos rejuvenecedores solo se observaron en los animales mayores. Cuando se administró el mismo tratamiento con THC a ratones jóvenes, en realidad se vieron ligeramente afectadas sus capacidades cognitivas. Esto sugiere que los efectos del THC en el cerebro dependen en gran medida de la edad.

Los investigadores creen que esto puede deberse a que el sistema endocannabinoide cambia significativamente con la edad y en los cerebros más viejos, este sistema se vuelve menos activo. El tratamiento con THC en dosis bajas puede ayudar a restaurarlo a niveles de funcionamiento más jóvenes.

Si estos hallazgos se trasladan a los seres humanos, podrían abrir nuevas y emocionantes posibilidades para tratar el deterioro cognitivo relacionado con la edad y tal vez incluso la enfermedad de Alzheimer. Un medicamento a base de cannabis que mantiene los cerebros envejecidos ágiles y flexibles podría ser revolucionario.

Por supuesto, esto no significa que las personas mayores deban acudir a toda prisa a comprar o cultivar marihuana. El estudio utilizó dosis muy precisas y controladas de THC puro, muy distintas a las que se obtienen al fumar un porro. Se necesitan muchas más investigaciones para determinar si estos beneficios se producirían en humanos y cuál podría ser el régimen de tratamiento óptimo.

“Llegamos a la conclusión de que el tratamiento a largo plazo con THC tiene inicialmente un efecto potenciador de la cognición al aumentar la producción de energía y de proteínas sinápticas en el cerebro, seguido de un efecto antienvejecimiento al disminuir la actividad de mTOR y los procesos metabólicos en los tejidos periféricos”, afirma el Dr. Andras Bilkei-Gorzo, del Instituto de Psiquiatría Molecular del UKB, en un comunicado de prensa. “Nuestro estudio sugiere que un efecto dual sobre la actividad de mTOR y el metaboloma podría ser la base para un fármaco antienvejecimiento eficaz y potenciador de la cognición”.

Las limitaciones de una investigación esperanzadora

Si bien los resultados son prometedores, el estudio tiene algunas limitaciones. La investigación se realizó en ratones y, si bien estos animales se utilizan comúnmente como modelos para la biología humana, existen diferencias significativas entre ambas especies. Todavía no está claro si se observarían los mismos efectos en humanos y se necesitan más estudios para explorar las posibles aplicaciones terapéuticas del THC en poblaciones en proceso de envejecimiento.

Además, el estudio se centró en una dosis y duración específicas del tratamiento con THC. Es posible que dosis diferentes o períodos de tratamiento más prolongados produzcan resultados diferentes, ya sean más beneficiosos o potencialmente perjudiciales. Las investigaciones futuras deberán explorar estas variables con mayor detalle para determinar el protocolo de tratamiento óptimo para maximizar los efectos antienvejecimiento y minimizar los posibles riesgos.

Un paso importante hacia las terapias antienvejecimiento

Esta investigación se basa en estudios previos que demostraron la capacidad del THC para revertir el deterioro cognitivo relacionado con la edad al aumentar la densidad de sinapsis en ratones mayores. Aunque los mecanismos exactos siguen sin resolverse en parte, el vínculo entre la señalización mTOR, los procesos metabólicos y el envejecimiento cerebral ofrece una vía prometedora para el desarrollo de tratamientos que desafíen este envejecimiento.

Se están realizando investigaciones para descubrir terapias eficaces para el deterioro cognitivo relacionado con la edad. Y este estudio ofrece la esperanza de que el THC en dosis bajas pueda algún día formar parte de una estrategia más integral para mejorar la salud cognitiva y prolongar la longevidad saludable en los mayores.