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¿Qué nutrientes necesita tu planta?

¿Qué nutrientes necesita tu planta?

Por: Contributor Cultivo

Los nutrientes son los compuestos que la planta absorbe para poder construir sus tejidos y realizar las actividades metabólicas necesarias para su supervivencia. El carbono, oxígeno e hidrógeno son asimilados por el aire y el agua. El resto de nutrientes se toman del sustrato y de la solución nutriente.
Existen diferentes tipos de nutrientes y se pueden dividir según la proporción que necesite la planta. En esta guía se dividirán en macronutrientes, nutrientes secundarios o micronutrientes.
Vamos a definir en detalle cada uno de los macronutrientes y las carencias y excesos típicos que pueden aparecer.

1. Nutrientes primarios o macronutrientes: nitrógeno, fósforo y potasio

Los nutrientes que la planta de marihuana consume en mayor proporción se denominan macronutrientes y son nitrógeno, fósforo y potasio. Los tres son móviles, lo que quiere decir que en caso de carencia la planta lo tomará de otras partes de ella misma. Si esto ocurre, se podrán identificar los efectos de la carencia en las hojas más adultas.

Se analizará ahora en detalle cada uno de los macronutrientes, así como las carencias y excesos típicos que pueden aparecer.

Nitrógeno 

El nitrógeno (N) es el más soluble de los macronutrientes, con lo que se lixivia con facilidad y la planta es capaz de asimilarlo rápidamente. Debido a estas características, será necesario reponer este nutriente con regularidad. Suele aparecer en forma de nitratos, nitritos y distintos compuestos de amonio. El nitrógeno es necesario para la síntesis de ácidos nucleicos y aminoácidos indispensables en la formación de tejidos nuevos, siendo el mayor componente del abono crecimiento autoflorecientes.

El exceso de este nutriente provoca un aumento de la distancia internodal, un patrón de crecimiento estirado y poco compacto, con una coloración de las hojas verde oscuro. Además, el exceso de crecimiento promueve tejidos blandos susceptibles de ser atacados por insectos u hongos.
Para solucionar un problema de exceso de nitrógeno será suficiente realizar un lavado de raíces (lixiviado) con el doble de agua al volumen que tenga el contenedor de la planta. También podemos lixiviar hasta medir la EC en el agua de drenaje y que ésta no supere 1.6- 1.8  µS/cm

Una carencia de nitrógeno es la causante de que las hojas más adultas presentan un color amarillento. El nutriente es movilizado desde éstas hacia el resto de tejidos de nueva formación produciendo clorosis intervenal (amarillo entre venas).
Las deficiencias de nitrógeno producen plantas verde pálido o amarillas con poco vigor de crecimiento.
Las carencias en este caso se corrigen fácilmente añadiendo fertilizante de crecimiento en el riego.

Fósforo

Todos los seres vivos hacen uso del fósforo, ya que la moneda energética por excelencia es el ATP (adenosin trifosfato), un nucleótido con enlace de alta energía que se libera al romperse el enlace fosfato. Este elemento, además de ser esencial para la energía de la planta, cubre otras muchas funciones en la fisiología de la planta, especialmente en la producción de resina.
Este elemento es muy necesario en la fotosíntesis, es componente del esqueleto del ADN y es especialmente necesario en la germinación, en la clonación, en la fases de plantón y de floración.

Los excesos de fósforo se suelen identificar tarde, ya que la planta hace mucho uso de este elemento y puede resistir altos niveles. Las características más notables de un exceso de fósforo se suelen presentar como aparentes carencias de los elementos zinc, hierro, magnesio, calcio y cobre. El síntoma más acusado suele ser la clorosis intervenal con quemadura de la punta de las hojas.
Para tratar la toxicidad por fósforo lixiviaremos con una solución de abono de crecimiento completo pero muy suave, es decir, muy diluida, en torno al 5- 10% de la cantidad normal, utilizando el triple de volumen de agua para lixiviar que volumen tenga el medio de cultivo.

La carencia de fósforo produce retrasos en el desarrollo, con  hojas más pequeñas y de color verde azulado. Aparecerán además  progresivamente manchas de necrosis, los tallos, nervios principales y peciolos adquirirían una coloración púrpura y las hojas se retorcerían y caerían posteriormente.

Será especialmente importante prestarle atención a una posible carencia de fósforo, ya que se observará un retraso en la floración, las flores serán más pequeñas y poco numerosas.

En muchas ocasiones, la carencia está causada porque el pH del agua utilizada para el riego está por encima de 7.00, valores en los que se limita la absorción del fósforo.

Potasio 

El potasio, entre otras funciones, interviene en los procesos de movilización de carbohidratos, participa en la síntesis de proteínas, y resulta esencial en todas las etapas de la planta.
Promueve el desarrollo de raíces aportando más resistencia frente a hongos y bacterias.

El exceso de potasio es difícil de detectar ya que los efectos de la toxicidad dificultan la absorción de otros nutrientes secundarios y oligoelementos. La planta adquiere así el aspecto como si estuviera afectada de una carencia de los elementos que tienen ralentizada su absorción. Así mismo, la confusión puede ser inversa, que una carencia de magnesio, manganeso, hierro y zinc, nos lleve a pensar que se trata de un exceso de potasio. Sin embargo, esto  se puede corregir lixiviando con una solución de fertilizante completo diluido al 5-10%, es decir, se prepara la solución añadiendo la décima parte de lo que indica en la etiqueta y utilizando un volumen de solución que sea el triple del volumen del contenedor o macetero.

La carencia de potasio inicialmente no se detecta, ya que las plantas conservan su apariencia de ejemplares sanos que van teniendo pequeños puntos de necrosis en las hojas que se van tornando de un color amarillo oscuro y se caen rizándose hacia arriba.
La deficiencia puede deberse a la acumulación de sales a nivel radicular, ya que el suele estar presente en casi todos los suelos y sustratos. Para tratar el problema se lixivia para arrastrar las sales y después se añade un fertilizante completo.

2.    Nutrientes secundarios: magnesio, calcio y azufre

Los nutrientes secundarios serían el magnesio, el calcio y el azufre, cuyas sales están presentes en el agua corriente.
También son conocidos como oligoelementos o microelementos, son indispensables en la síntesis de clorofilas y participan como catalizadores en muchas reacciones metabólicas.
Deben estar presentes en cantidades muy pequeñas y es muy fácil que aparezcan excesos.

En autocultivos en los que se usa agua de ósmosis inversa para preparar el riego son habituales las carencias de nutrientes secundarios. Este problema se suele corregir mezclando el agua de ósmosis con agua corriente hasta que la conductividad eléctrica tenga un valor de unos 350 µS/cm.

Magnesio

El magnesio tiene un papel esencial en la transformación de la energía luminosa en materia vegetal, ya que se trata del elemento que está en el centro de la molécula de clorofila.

El exceso de magnesio no se detecta fácilmente, pero tampoco suele ser frecuente.
Cuando el magnesio llega a niveles tóxicos se producen conflictos con otros iones, en especial el calcio. A parte de esto, no suele haber más problemas por excesos de magnesio.

La carencia de magnesio suele ser común en suelos ácidos, donde el pH es inferior a 7. Produce amarillamiento entre los nervios de las hojas entre la cuarta y la sexta semana de crecimiento, aunque hasta este momento, la planta parece sana.
A continuación, las puntas de los foliolos  se quemarán doblándose hacia arriba.

Tal problema se soluciona añadiendo una taza de caliza dolomita por cada cuatro litros de sustrato en la mezcla inicial del trasplante o añadiendo sales de Epson en cada riego.

Calcio

Las necesidades de calcio en el cannabis son casi tan elevadas como de macronutrientes. Es un elemento que mantiene la estabilidad de la membrana celular favoreciendo el correcto transporte de nitrógeno y azúcares.

Un exceso de calcio impide la correcta absorción de potasio, magnesio, hierro y manganeso. Deberíamos prestar especial atención al sobrefertilizado al principio de la vida de la semilla de marihuana, ya que podría afectar al desarrollo correcto.

Las carencias suelen ser comunes en cultivos de cáñamo industrial pero raras en autocultivos; además, son difíciles de detectar. Se observará un crecimiento anormalmente lento con zonas amarillas en los tejidos de nueva formación, tallos débiles, así como una inhibición del correcto crecimiento de las inflorescencias. Este hecho causará directamente un menor rendimiento del autocultivo.

Para tratar la carencia de este elemento se recomienda una cucharadita de caliza hidratada por cada cuatro litros de agua de riego.

Azufre

Este nutriente resulta esencial en la síntesis de aminoácidos como cisteína y metionina. También forma parte de la vitamina B1 y de muchas hormonas.

El exceso de azufre con niveles de conductividad baja no suele presentar problemas. Sin embargo, en casos de conductividades altas, una elevada absorción de azufre bloquea la asimilación de otros nutrientes.
Como síntomas del exceso podemos mencionar un desarrollo limitado, un tamaño pequeño de hojas y tallos de color verde oscuro. Los bordes de las hojas pueden llegar a quemarse.

Para tratar esta toxicidad se procede a un lixiviado con solución de fertilizante muy diluida, procurando que el volumen de lixiviado sea al menos el triple que el volumen del contenedor utilizado.

La deficiencia produce que las hojas se tornen amarillas entre los nervios, perdiendo turgencia de forma similar a la carencia de nitrógeno. Las puntas de las hojas se tuercen hacia abajo y se queman, empezando por las más antiguas.
Esto suele ocurrir cuando el pH está demasiado alto o cuando hay una cantidad excesiva de calcio.

El tratamiento para la carencia de azufre consiste en bajar el pH entre 5.5 – 6.0, y añadir azufre inorgánico a un fertilizante que contenga sulfato de magnesio. Como solución con una fuente orgánica de azufre, se puede utilizar el estiércol de origen animal.

3. Micronutrientes

También llamados oligoelementos o microelementos, son indispensables en la síntesis de clorofilas y participan como catalizadores en muchas reacciones metabólicas. Este grupo de elementos está compuesto por zinc, manganeso, hierro, boro, cloro, cobre, cobalto, molibdeno, silicio, níquel, sodio y flúor.

Deben estar presentes en cantidades muy pequeñas, aunque los  excesos pueden aparecer con facilidad.

Los fertilizantes hidropónicos suelen ser de gran ayuda, ya que tienen una proporción equilibrada de micronutrientes.
Los microelementos que suelen estar bajo los límites deseados normalmente son el zinc, el hierro y el manganeso. Esta carencia aparece sobre todo en cultivos cuyo suelo o agua tienen un pH superior a 6.5.

Desde Kannabia Seed Company, como banco de semillas de marihuana, debemos dejar patente, que según la legislación vigente en España:

1.- Que el cultivo sólo lo puede ser para el consumo y abastecimiento propio.

2.- Que el uso y la finalidad del autocultivo ha de ser terapéutica.

3.- Que la plantación debe llevarse a cabo en la intimidad. Idem en cuanto al consumo.

Y lo más importante, asumimos que al pasar la consulta te refieres a un autocultivo pequeño.

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Kannabia accept no responsibility for any illegal use made by third parties of information published. The cultivation of cannabis for personal consumption is an activity subject to legal restrictions that vary from state to state. We recommend consultation of the legislation in force in your country of residence to avoid participation in any illegal activity.

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