Optimismo cannábico en Mary Jane Berlin

Con cerca de 9.000 visitantes, 100 expositores y un programa de conferencias cargado de personalidades, según datos de la propia organización de Mary Jane, Berlín ha estado en el punto de mira de todos los interesados en el mundo del cannabis a nivel europeo el pasado fin de semana.

Empresas del sector venidas de Alemania y del resto de países europeos mostraron su artillería – más bien la ligera – mientras los ilusionados asistentes saciaban su apetito por el cáñamo con tartas, muffins, helados y cervezas. La antigua estación de Postbahnhof – un espacio recuperado para distintos eventos culturales fue sirvió como espacio perfecto. “Es increíble, creo que es una de las ferias en la que hay más oyentes en el programa de conferencias. Aquí hay gente que lleva sentada más de 5 horas y ni si quiera se ha liado un porro”, comentaba entre risas uno de los asistentes, obviamente con bastante recorrido en ferias de marihuana.

El programa de conferencias y debates contó con un nutrido de cartel de doctores y expertos en cannabis medicinal. También se habló de la industria y, cómo no, de políticas centradas en la regularización y la despenalización. Entre las propuestas más interesantes, la representante del distrito berlinés de Kreuzberg, Monika Herrmann, defendió ante una sala abarrotada la posibilidad de importar el modelo holandés de Coffee Shop en el área de Görlitzer Park. ¿Llegaremos a verlo?

12 años después de que se desarrollara la última feria del cáñamo en la capital alemana – aquéllos que la recordaban la calificaron como “un auténtico desastre” por la que pasó la exigua cifra de 70 visitantes -, la capital alemana acoge una feria que aspira a crecer en números y en importancia, y se prepara para una nueva edición de Mary Jane el próximo año.

Soplan aires optimistas en Alemania, y así se pudo palpar durante el desarrollo del evento, debido, en parte, al reciente anuncio del gobierno sobre la cercana aprobación del uso del cannabis con fines terapéuticos. Eso sí, asociaciones y consumidores demandan la regulación del autocultivo. Los fármacos con derivados del cannabis son costosos y no todos los pacientes pueden acceder a ellos con la misma facilidad, coincidían miembros de la Deutscher Hanfverband, de Grüne Lunge, organizadores de HanfParade y consumidores con prescripción médica, que tienen que adquirirlo en farmacias al elevado precio de 15 euros el gramo. De manera justificada, o no, todos los participantes con los que Kannabia tuvo ocasión de hablar se mostraron muy convencidos acerca de una apertura total o casi total en lo que a la regulación alemana respecta en un futuro próximo; a pesar de que las últimas declaraciones del gobierno alemán no iban por ese camino.