Mi cannabis tiene moho… ¡Una solución quiero!

Después de meses de duro trabajo de cultivo, el último paso antes de disfrutar de tu preciado cannabis es el curado, un proceso que requiere paciencia y precisión para evitar problemas, como el desarrollo de moho en los cogollos. La humedad, el control de temperatura y una ventilación adecuada son factores esenciales para prevenir el crecimiento de estos patógenos, que puede arruinar completamente la cosecha, afectando la potencia, el sabor y hasta la seguridad del producto final. Por eso, enseñarte a lidiar con estos molestos invitados no solo es importante. ¡Es necesario!

Se han encontrado esporas de moho en todas partes, desde el desierto hasta la Antártida y pasando incluso por la Estación Espacial Internacional. Pero el hecho de que las esporas estén en todas partes no significa que los tipos específicos de moho crezcan en todas partes. Vale, es imposible evitar que las esporas de moho se introduzcan en el espacio de curado, pero al igual que otros seres vivos, los mohos tienen requisitos que dictan dónde crecerán. Y aquí es donde nosotros, como cultivadores, podemos proteger nuestro cannabis mientras lo curamos.

¿Qué tipos de moho pueden atacar al cannabis durante el curado?

Los hongos propensos a atacar al cannabis durante el curado varían en sus características y nivel de agresividad; pero entre los más comunes está sin duda la llamada “podredumbre del cogollo” o Botrytis cinerea, también conocido como «moho gris», que es especialmente destructivo y se caracteriza por una capa grisácea que invade rápidamente las flores, causando descomposición en el tejido vegetal y liberando esporas en el aire que pueden contaminar rápidamente otros cogollos cercanos.

Este moho, cuando no se controla, se extiende desde el interior de los cogollos hacia afuera, volviéndose casi imposible de detectar a simple vista en las primeras etapas. La Botrytis prolifera en ambientes con humedad alta y baja ventilación, por lo que es fundamental mantener estas variables en niveles seguros para evitar su aparición.

Otro tipo de hongo que puede afectar a los cogollos es el Aspergillus, un moho que representa un serio riesgo para la salud, pues sus esporas pueden causar infecciones pulmonares y reacciones alérgicas en personas sensibles, especialmente en quienes lo inhalan a través de la combustión o vaporización, ya que las esporas de Aspergillus pueden resistir las altas temperaturas. Este moho puede aparecer como manchas de color verde oscuro o incluso negro y, al igual que la Botrytis, se desarrolla rápidamente en ambientes cálidos y húmedos.

También encontramos al Penicillium, un hongo que, aunque no es tan destructivo como los anteriores, afecta la calidad del cannabis degradando el sabor y el aroma de los cogollos. Suele manifestarse como un polvo blanco o azulado en la superficie del cannabis (de hecho, se utiliza en la industria alimentaria para la producción de queso azul) y, aunque su peligro para la salud es menor, sigue siendo necesario eliminarlo por completo antes de considerar el producto apto para meterlo entre pecho y espalda.

¿Cómo identificar el moho en las flores de cannabis?

El moho en la marihuana es una amenaza que requiere una identificación rápida y precisa para evitar su propagación. Además de los patrones de color y aspecto que hemos comentado, que son relativamente fáciles de detectar si se sabe qué buscar, el moho afecta el aroma y la textura de los cogollos.

Un indicio común de su presencia es un olor a humedad o a «moho» que recuerda a la tela mojada o a la vegetación en descomposición; un claro indicador, ya que el cannabis curado correctamente debe tener el aroma terroso, afrutado o floral que tanto buscamos según la variedad. La textura también se ve afectada: los cogollos con moho pueden sentirse húmedos o pegajosos al tacto, en lugar de la textura ligeramente crujiente que caracteriza a las flores curadas adecuadamente.

¿Qué provoca que los cogollos de marihuana tengan moho?

El desarrollo del moho responde a una combinación de factores ambientales y prácticas inadecuadas durante el proceso de curado. Uno de los principales responsables es la humedad excesiva, ya que los hongos la necesitan para proliferar; y los cogollos de cannabis, al ser densos y compactos, retienen fácilmente el agua en su interior si no han sido secados adecuadamente. Si los cogollos se almacenan o se curan en un ambiente con niveles de humedad superiores al 65%, el riesgo de aparición de moho aumenta significativamente.

También la falta de ventilación es otro factor crítico que contribuye al desarrollo de moho. Sin un flujo de aire adecuado, la humedad queda atrapada en el interior de los recipientes de curado, creando un ambiente propicio para los hongos, algo que es especialmente importante en las primeras etapas del curado, cuando los cogollos aún contienen niveles residuales de agua que necesitan evaporarse gradualmente.

Pero el calor también juega un papel fundamental, pues temperaturas por encima de los 21°C aceleran el crecimiento de hongos en los cogollos, lo que hace crucial que los espacios de curado se mantengan frescos.

Cómo prevenir el crecimiento de moho durante el curado del cannabis

Por tanto, para prevenir el moho es fundamental crear y mantener un entorno controlado en términos de humedad, ventilación y temperatura. Y una de las primeras medidas preventivas es asegurarse de que los cogollos están bien secos antes de comenzar el curado, de lo contrario retendrán niveles de humedad internos que son difíciles de controlar.

El secado completo de los cogollos puede tomar entre 7 y 14 días, dependiendo de las condiciones ambientales y de la densidad de las flores. Durante este tiempo, se debe mantener una temperatura de alrededor de 18 a 20 °C y una humedad relativa de entre el 45% y el 55% para lograr una deshidratación gradual y constante de las flores.

Una vez pasamos al curado, el uso de frascos de vidrio es la opción más recomendada, ya que permite un control preciso de la humedad y evita la acumulación de electricidad estática, lo que podría atraer partículas de polvo, esporas y otros contaminantes. Los frascos deben llenarse hasta un 75% de su capacidad para permitir un espacio adecuado para la circulación de aire, que ayudará a equilibrar la humedad interna de los cogollos.

Es importante abrir los frascos regularmente, un proceso conocido como “hacer eructar al cannabis”, para evitar que la humedad se acumule en el interior de los botes y se produzca la entrada de aire seco. Durante las primeras dos semanas del curado, es recomendable hacerlo de dos a cuatro veces al día, bajando a menos frecuencia a medida que disminuye el porcentaje de humedad relativa.

Este método requiere atención diaria y abre un gran margen de error, ya que se realiza a mano. Si los cogollos están húmedos, significa que la humedad es superior al 70%. En este caso, debes vaciar los botes y dejar los cogollos secar durante unas dos horas antes de volver a colocarlos en los frascos para que se curen sin moho. Además, si vives en un lugar con altos niveles de humedad, hacer eructar los recipientes podría estar dejando entrar aire con una humedad relativa demasiado alta, lo que puede hacer que tus cogollos se humedezcan nuevamente.

Si los cogollos tienen moho, ¿puedo salvarlos?

Si bien es posible detectar y separar los cogollos afectados por moho en las etapas iniciales, en la mayoría de los casos, el cannabis contaminado no puede salvarse por completo, ya que es casi imposible eliminar el moho sin comprometer la calidad y seguridad del producto.

En algunos casos, puedes intentar separar la parte afectada del resto de la cosecha, siempre y cuando se haga una inspección minuciosa y se tomen medidas para evitar una nueva proliferación de moho. Sin embargo, es importante recordar que consumir cannabis con moho puede tener consecuencias negativas para la salud, especialmente para personas con problemas respiratorios o sistemas inmunitarios debilitados.

Proteger tus cogollos del moho requiere mucho esfuerzo. Pero ahora que tienes tus deliciosas colas cargadas de tricomas y libres de pudrición, ¿estás a salvo? Todavía no, pues queda un paso más por dar: almacenarlos adecuadamente a largo plazo.

La mejor forma de almacenar cogollos para evitar el moho

El almacenamiento adecuado es clave para mantener la calidad y frescura del cannabis a largo plazo. Los cogollos deben guardarse en frascos herméticos que bloqueen la entrada de aire y humedad del ambiente exterior. Mantener los frascos en un lugar fresco y oscuro ayuda a evitar la degradación de los cannabinoides y terpenos, preservando la potencia y el aroma del cannabis. También la luz directa y el calor aceleran la descomposición de los compuestos activos y aumentan el riesgo de moho, por lo que deben evitarse en todo momento.

Además, el uso de sobres de control de humedad es un método beneficioso durante el almacenamiento, ya que ayudan a mantener un nivel de humedad estable en el rango seguro del 55% al 62%, evitando que el cannabis se reseque demasiado o que desarrolle moho por exceso de humedad.

Prevenir y evitar el moho en el cannabis durante el curado y almacenamiento es fundamental para preservar su calidad y seguridad, es el último paso antes de poder disfrutar de tu arduo trabajo. Por muy bonitos, olorosos y pegajosos que luzcan tus cogollos cuando estén terminados en la sala de secado, someterlos a un proceso de curado de calidad siempre mejorará el producto y evitará que el moho dé al traste con tus ilusiones.

Lo único peor que fracasar rotundamente al intentar cultivar cannabis es tener un éxito espectacular y luego ver cómo toda tu cosecha se arruina por culpa del moho. Así que tómate tu tiempo, sigue estos consejos y ¡disfruta!