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Lo que hemos aprendido después de 5 años de legalización en Canadá

Por: Contributor Activismo

Canadá sigue siendo uno de los únicos países del mundo que permite el acceso regulado a la marihuana recreativa. Pero cinco años después de la legalización, existe un sentimiento agridulce sobre su éxito. Desde el punto de vista de las políticas públicas, el pueblo de Canadá está muy satisfecho; pero en contraposición, la industria del cannabis del país está luchando por sobrevivir debido a la competencia del mercado negro, las estrictas regulaciones y los impuestos.

Cinco años después de que Canadá legalizara el cannabis el 17 de octubre de 2018, los expertos están presentando una revisión matizada de los resultados de la política adoptada. Desafortunadamente, los resultados no son un éxito total y los investigadores lo consideran una situación mixta, ya que los beneficios en materia de justicia social superan a los beneficios para la salud y, sobre todo, a la materialización de un mercado económicamente sostenible.

La medida de Canadá para legalizar el cannabis tenía como objetivo mantener la marihuana fuera del alcance de los jóvenes, evitar las ganancias de los delincuentes y proteger la salud y la seguridad públicas al permitir que los adultos accedan a un suministro de cannabis legal de calidad controlada.

Si bien muchos consideraron que era un proceso progresivo, ciertos expertos estaban preocupados por las posibles consecuencias negativas para la salud de los canadienses. Y a estas alturas, la legalización del cannabis en Canadá no parece haber sido el desastre de salud pública previsto por algunos de sus detractores, pero tampoco puede describirse como un éxito integral o inequívoco.

Lo que dicen los datos

En términos de resultados tangibles, los datos sugieren que las tasas de consumo de cannabis, las visitas a urgencias relacionadas, los ingresos hospitalarios y los incidentes de conducción bajo los efectos del cannabis se han mantenido constantes o han aumentado solo ligeramente. Los resultados de salud sobre los que los alarmistas advertían constantemente, como los aumentos de los casos de esquizofrenia, de psicosis o las muertes por accidentes de tráfico, no muestran correlación con un mayor acceso hasta el momento.

Sin embargo, se ha producido un cambio positivo en el abastecimiento de la marihuana. La mayoría de los consumidores ahora compran cannabis a través de canales legales en lugar de por medios ilícitos. Según la Encuesta Canadiense de Cannabis sobre individuos que dijeron haber consumido marihuana en los últimos 12 meses, el 68% informó que generalmente obtenía cannabis legalmente, ya sea en tiendas legales (61%) o en fuentes on-line (7,7%).

También se ha producido una reducción notable en los arrestos relacionados con el cannabis, lo que ha resultado en que menos personas sufran el estigma y las consecuencias potencialmente permanentes de tener antecedentes penales. Los expertos subrayan estos cambios como marcadores cruciales de la justicia social, que podrían mejorar indirectamente la salud pública en general.

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Cargos de posesión de cannabis para jóvenes y adultos, antes y después de la legalización

Una legalización por debajo de las expectativas

A nivel económico, cinco años después, realmente estamos viendo que el cannabis es una industria viable. Los signos de esa viabilidad están en todas partes. Sin embargo, los días de vino y marihuana en los que el dinero no era un problema y se esperaba una demanda altísima han quedado atrás, reemplazados por una realidad aleccionadora: la legalización ha estado muy por debajo de las expectativas.

Las empresas más grandes –Canopy Growth Corp., Aurora Cannabis Inc. o Tilray Brands Inc.– han reducido sus inversiones, han despedido a miles de trabajadores y se han enfrentado a balances que reflejan un mercado turbulento y un camino hacia la rentabilidad más largo de lo que alguna vez imaginaron. Otros no tuvieron tanta suerte: vendieron su negocio a precios de ganga a un rival más grande, fracasaron o se declararon en quiebra.

Hasta que no haya una verdadera reforma regulatoria en todos los principales puntos débiles de la industria, seguiremos viendo empresas quebrar y una larga consolidación del mercado. Muchos negocios de cannabis estuvieron condenados al fracaso desde el principio. Gastaron rápida y furiosamente en anticipación a la legalización, se apresuraron a producir la cantidad correcta de marihuana (al principio no había suficiente, luego demasiada) y descubrieron que atender a los consumidores no era fácil. Era el caldo de cultivo perfecto para que se produjera una corrección del sector.

Una regulación excesiva

Parte del problema, dicen los expertos, es la regulación excesiva del cannabis mientras el país intenta mantener una línea cuidadosa entre la salud pública y la construcción de una industria sólida. Otros dicen que es simplemente una cuestión de demasiados jugadores y demasiada producción que excede con creces la demanda. Y debido a que Canadá es uno de los únicos países del mundo que permite a nivel federal la producción y el consumo de cannabis recreativo, las opciones para que las empresas nacionales ganen dinero fuera de las fronteras de Canadá siguen siendo muy limitadas.

Estos desafíos fueron difíciles de ver desde el principio. La cuestión es que no había una hoja de ruta global, ya que ningún otro país había intentado legalizar el cannabis recreativo a tan gran escala.

Cuando Canadá aprobó su histórica Ley del Cannabis en 2018, uno de sus mayores objetivos era alejar a los consumidores del mercado ilícito hacia un mercado legal y regulado. También estaba el argumento económico: que los canadienses y la economía del país en su conjunto se beneficiarían.

En muchos sentidos, esa ecuación económica sigue siendo cierta: el mercado recreativo interno de Canadá está valorado en miles de millones. En 2022, Deloitte Canadá estimó que el cannabis añadió 43.500 millones de dólares canadienses (30.000 millones de euros) al producto interior bruto del país desde su legalización. Y los canadienses pueden acceder a la marihuana legal y regulada prácticamente en cualquier parte del país.

Pero, según informes, también se han perdido más de 131.000 millones de dólares canadienses invirtiendo en negocios de cannabis. En 2023, existen alrededor de 3600 tiendas minoristas de marihuana con licencia en todo el país y 970 productores de cannabis con licencia. Pocos de esos productores parecen ser rentables: una encuesta reciente realizada por el Cannabis Council of Canada encontró que solo el 20% muestra algún tipo de flujo de caja positivo.

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Evolución del número de tiendas minoristas con licencia (2018-2023)

Demasiados actores para una misma película

Por ley, las empresas de cannabis no pueden publicitar sus productos ni generar reconocimiento de marca como lo hacen las empresas de otros sectores. También pagan tarifas regulatorias más altas que las compañías que venden otras sustancias controladas. Es parte de un delicado equilibrio que el Ejecutivo ha intentado lograr entre la salud pública y la gestión de una nueva industria legal.

También hay demasiados actores y la competencia genera precios minoristas cada vez más bajos. Los precios cayeron de 11,78 dólares el gramo en 2019 a un rango de 3,50 a 6 dólares el gramo en septiembre de 2023. Con esa deflación de precios, se podría decir adiós a las aspiraciones de ganancias. Los excesivos impuestos especiales que el gobierno federal y las provincias cobran a los productores autorizados solo empeoraron las cosas.

El mercado ilícito es la razón por la que la industria legal no es tan saludable

Las empresas argumentan que la presencia generalizada de dispensarios sin licencia y otros vendedores clandestinos sigue siendo un problema. Hasta el día de hoy, Health Canada estima que el mercado negro controla más del 30% del pastel. Probablemente, sea el mayor desafío porque si el mercado ilícito hubiera desaparecido, como la gente predijo, no se habrían visto los dramáticos cierres de instalaciones y despidos de empleados, ya que esas ventas habrían estado disponibles para los actores legales.

La presión no solo de muchos productores autorizados, sino también del mercado negro, ha creado efectivamente una carrera hacia el fondo en la que las empresas de cannabis necesitan poner precios bajos a sus productos para poder venderlos. Y esa no es una receta para el éxito.

El año pasado, el Gobierno canadiense anunció el lanzamiento de una revisión legislativa de la Ley del Cannabis para abordar estos problemas. Pero no será un proceso rápido y hay preocupación de que muchas empresas no sobrevivan la espera porque ya están al borde de la quiebra. Sin embargo, las modificaciones a las regulaciones deben basarse en una sólida comprensión de los posibles impactos en la salud y la seguridad, y no estar impulsadas por intereses económicos privados.

Tomar estas medidas y utilizar las evidencias para realizar cambios tangibles y oportunos en el marco regulatorio, incluido el fortalecimiento o reducción de la regulación de la industria, serán necesarios para respaldar el logro de los objetivos descritos en la Ley de Cannabis y poder consolidar la posición de Canadá como líder mundial en regulación responsable del cannabis.

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