Humedad en el cuarto de cultivo y déficit de presión de vapor (DPV)

El déficit de presión de vapor de agua (DPV) se refiere a la diferencia entre la humedad que se encuentra en el aire y la cantidad de humedad que el aire puede contener en total. Este parámetro, que puede controlarse mediante una tabla, juega un papel vital en el cultivo de cannabis de interior porque afecta la forma en que las plantas se desarrollan. A continuación, te explicamos todo lo que necesitas saber para entender su importancia.

A medida que los cultivadores adquieren más experiencia sobre el autocultivo de cannabis en interior, aprenderán o escucharán sobre el DPV, o déficit de presión de vapor. Pero, ¿qué significa este término y cómo beneficia a las plantas? Primero, debemos conocer algunos conceptos básicos sobre la humedad.

¿Qué es la humedad?

La humedad es la concentración de vapor de agua presente en el aire. El vapor de agua es la forma gaseosa del agua líquida y es lo que constituye la humedad que medimos en el aire. El viejo dicho, «no es el calor, es la humedad», habla de cómo la humedad puede afectar a cómo nos sentimos en un clima húmedo. La razón por la que la humedad provoca que nosotros, como humanos, nos sintamos más calientes es porque el aire ya está lleno de humedad, por lo que cuando nuestro cuerpo intenta sudar para refrescarse, la presión de la humedad en el aire hace que nuestro sudor no se evapore. 

Por otro lado, cualquiera que haya vivido en un clima seco, puede decirte que la falta de humedad en el aire hace que uno se sienta más fresco a la misma temperatura que cuando estás en un área húmeda. Dado que tu sudor puede evaporarse fácilmente, tu cuerpo tiene una sensación de frescor porque no hay presión de vapor de agua en el aire para retardar esa evaporación.

¿Qué es la tasa de transpiración?

La transpiración es esencialmente agua que se evapora de una planta. La planta absorbe agua y nutrientes a través de su sistema de raíces y el proceso de ósmosis, usará lo que necesita de esta mezcla y luego liberará los desechos a través de los estomas de sus hojas, donde se transforma en vapor y se libera en el entorno de cultivo. La tasa de transpiración es necesaria para el crecimiento y la vida de una planta, ya que le permite acceder al dióxido de carbono, un componente crítico de la fotosíntesis.

De la misma forma que transpiramos cuando hace calor, cuando aumenta la temperatura en tu cultivo, también lo hará la necesidad de transpirar de tu planta. Cuando esto sucede, se libera vapor de agua al aire. Cuanto más caliente y seco sea el aire, más transpirará la planta y, a su vez, se liberará más vapor de agua y la humedad aumentará. Debido a la alta tasa de transpiración del cannabis (entre el 95% y el 99% del agua que ingiere), demasiada humedad atrapada en un cuarto de cultivo puede provocar el crecimiento de moho y hongos. Esto también puede llevar a costes de climatización innecesariamente altos, debido a la mayor energía requerida para calentar el aire húmedo.

¿Qué es el déficit de presión de vapor?

La forma de controlar esto es a través de una comprensión del DPV, lo que a su vez significa primero entender este gráfico, que se centra en tres parámetros: temperatura, humedad relativa y DPV. 

La temperatura es importante, porque afectará la cantidad de vapor de agua que puede contener la atmósfera en un cuarto de cultivo. Asimismo, la humedad relativa determinará la cantidad de vapor de agua contenida en el aire. Conocer el rango de DPV al que te debes dirigir te dará flexibilidad para utilizar diferentes combinaciones de temperaturas y humedades para optimizar tu cultivo.

Por tanto, para maximizar el crecimiento de tus plantas de cannabis, querrás que el DPV (que normalmente se mide en kilopascales -kPa-) se encuentre dentro de los rangos especificados en cada fase del ciclo de vida de la planta. Dentro de estos rangos, resaltados en el gráfico en azul, verde y amarillo, las plantas deberían poder desarrollarse normalmente y, por lo tanto, optimizar su rendimiento.

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¿Cuál es el DPV óptimo en cada etapa de la planta?

En la fase de germinación y plántula, el cannabis es sensible a cualquier estrés y, por lo tanto, el DPV debe permanecer en el extremo inferior del espectro. Por lo general, en las semanas uno y dos, las plantas beben menos y su masa de raíces aún está creciendo. En esta etapa, el DPV debe estar alrededor de 0,4 y 0,8, que es una temperatura de 25 °C a 26 °C y de 65% a 75% por ciento de humedad.

A medida que la planta crece vegetativamente, los rangos de DPV también pueden aumentar. Una vez que las plantas están en floración y necesitan absorber más nutrientes, el DPV debería estar entre 0,8 y 1,20. Esto sería de las semanas tres a cuatro. Para lograrlo, las temperaturas serían un poco más bajas, alrededor de 24 °C a 25 °C, con una humedad de alrededor de 55% a 65%.

A medida que avanza a través de la etapa de floración, el DPV seguiría entre 1,20 y 1,60 en las semanas cinco a nueve. Esto significaría temperaturas más bajas de alrededor de 23 °C a 24 °C y una humedad relativa entre el 42% y el 51%. 

En general, las áreas rojas a ambos lados del gráfico indican una relación negativa entre la temperatura y la humedad relativa. 

• En las áreas rojas del lado izquierdo, el DPV es demasiado bajo, lo que impide que la planta libere suficiente agua a la atmósfera. Esto afectará su capacidad para realizar la fotosíntesis correctamente.
• En las áreas rojas del lado derecho, el DPV es demasiado alto, lo que hace que la planta transpire más rápido de lo que puede reemplazar el agua, lo que lleva al marchitamiento y al daño de los tejidos.

Beneficios del DPV

Los siguientes beneficios pueden ayudarte a comprender los impactos positivos que puede tener un buen DPV en un cultivo de interior.

Estomas más abiertos

La tasa de transpiración se produce a través de los estomas, que son células situadas en la superficie de las hojas del cannabis. Cuando tienes un DPV óptimo, tu planta de cannabis abre más sus estomas, por lo tanto, hay más vapor de agua en la habitación. Y más vapor de agua significa mayor transpiración.

Transpiración más rápida

Debido a la apertura de los estomas de la planta, se produce una transpiración más rápida durante el crecimiento. Un aumento en la transpiración conduce a un aumento en el intercambio gaseoso y, por tanto, en la actividad de fotosíntesis. Dado que la fotosíntesis es el proceso durante el cual las plantas crecen, una transpiración más rápida es algo bueno.

Aumento en la ingesta de nutrientes

Controlar y monitorizar el DPV también te permite administrar la ingesta de agua y nutrientes de una planta. Nivelar un DPV óptimo permitirá que el cannabis transpire agua más rápidamente, lo que le permite absorber más nutrientes. En general, eso también es bueno para el crecimiento y desarrollo de las plantas.

Optimizar la absorción de CO2

Para ejecutar un proceso de fotosíntesis productivo, las plantas de cannabis necesitan absorber suficiente CO2. Cuanto más pequeños se vuelven los estomas, menos CO2 puede absorber una planta. Cuando tiene niveles adecuados de DPV, los estomas pueden abrirse más y, por lo tanto, absorber más CO2.

Conclusión

Una vez que empieces a recorrer el camino del DPV óptimo para tu cuarto de cultivo, verás que lleva algo de tiempo perfeccionarlo. No esperes obtener los valores marcados en el gráfico el primer día. Pueden pasar semanas antes alinear realmente la temperatura y la humedad para que se crucen donde las plantas son más felices. Solo necesitas tener paciencia y tomarte tu tiempo hasta que logres alcanzar ese punto óptimo en el gráfico de DPV. Y, sin duda, tus plantas te lo agradecerán cuando lo hagas.