Cultiva 2016 pone el foco en el cannabis medicinal

La novena edición de Cultiva Hanf-Messe en Viena ha traído como novedad una serie de encuentros centrados en el uso del cannabis medicinal. El evento se une así a un interés global y cada vez más creciente.

Entre los ponentes del congreso, cabe mencionar la presencia del médico español Manuel Guzmán. Auditorio repleto – hubo quien decidió tomar asiento en el suelo – para escuchar de primera mano cuáles han sido los últimos avances en la investigación antitumoral con cannabinoides. Si bien los ensayos clínicos se centran en ratones, “faltan fondos y recursos para la experimentación en humanos”, se lamentaba Guzmán, las conclusiones son más que esperanzadoras para aquellas personas afectadas por ciertos tipos de cáncer.

Al contrario de la tónica habitual en otros congresos del sector, desarrollados de forma paralela a encuentros profesionales como las ferias, el público austríaco atendió con gran interés el grueso de las ponencias. Así, el reconocido abogado Gebhard Heinzle atendió tras su charla las consultas de varios de los asistentes, con algunos guiños útiles: “Si la policía sospecha del ‘consumo de luz’, lo más importante es negarlo todo”.

Gebhard Heinzle

El doctor canadiense Paul Hornby se apuntó otro lleno, gracias a su enciclopédico conocimiento de las variedades de cannabis y sus respectivos contenidos de thc y CBD, y los demás cannabinoides. Ratios y combinaciones centran su trabajo en el laboratorio.

Paul Hornby

El Pyramid Center ha acogido un año más la exhibición. Durante los días 7, 8 y 9 de octubre se han dado cita un total de 140 empresas y organizaciones. Por supuesto, la nota curiosa de la feria austríaca ha sido de nuevo la vistosa exhibición de esquejes. En Austria es absolutamente legal vender y comprar esquejes de plantas de marihuana, eso sí, no está permitido llevarlas a floración.

El creciente interés en el uso terapéutico de los cannabinoides ha quedado patente también en la gran cantidad de stands con extractos de CBD a la venta. Además de los bancos de semillas y de las empresas dedicadas a los productos de cultivo, la feria ha dejado mucho espacio a la venta de ropa, textiles y productos alimenticios realizadas con derivados del cáñamo. Los más entusiastas aseguraban en conversaciones informales que “las plantaciones de cáñamo y su uso posterior en la fabricación de productos podría ser la solución sostenible a la actual crisis medioambiental”.