Consejos para proteger tu cultivo contra inclemencias meteorológicas extremas

Las plantas de cannabis son susceptibles a diversos factores de estrés ambiental, incluidas las tormentas de verano, que pueden tener efectos tanto inmediatos como a largo plazo en su salud general. Si bien algunos daños pueden ser inevitables en condiciones climáticas extremas, una combinación de planificación, medidas de protección y acción rápida puede ayudar a minimizar el impacto de estos fenómenos en tu cultivo de marihuana de exterior.

Sol, calor, días largos y mucha luz. El verano es el mejor momento para cultivar marihuana al aire libre, ya que las condiciones son ideales para que las plantas alcancen su madurez. Pero, en ocasiones, los hermosos días soleados pueden venir acompañados de fuertes lluvias, tormentas eléctricas e incluso granizo. Y muchos cultivadores se preguntan qué hacer con sus plantas en tales circunstancias. 

Las fuertes lluvias pueden causar daños físicos a los cultivos, por lo que su protección es necesaria. Pero la verdadera amenaza es el moho, porque después de fuertes precipitaciones, las temperaturas nocturnas pueden bajar y crear las condiciones perfectas para la germinación y propagación de las esporas. Y ​​casi no se puede hacer nada para curar una infección fúngica una vez que se instala. Por lo tanto, las medidas preventivas son clave.

La mejor manera de protegerse de estos patógenos es elegir genéticas resistentes a los hongos. De lo contrario, no se puede hacer mucho, ya que no podemos cambiar el clima. Cubrir las plantas no suele ser eficaz porque, cuando llueve mucho, la humedad ambiental es tan alta que la condensación sigue llegando a las flores y, al cubrirlas, se reduce el flujo de aire, lo que puede empeorar las cosas.

Pero la lluvia también puede causar deficiencias de nutrientes, pudrición de la raíz, problemas de riego excesivo y, dependiendo del medio de cultivo, fluctuaciones en el pH del suelo. Por eso, encontrarás muy útiles estos consejos para proteger tu plantación de cannabis de exterior contra las fuertes lluvias o los intensos vendavales. 

Posibles daños a las plantas

Pero antes de tomar medidas, analicemos a lo que nos enfrentamos cuando acecha repentinamente una tormenta de verano:

• Daño físico: los fuertes vientos asociados a las tormentas causan que las plantas de cannabis puedan doblarse o romperse, lo que puede obstaculizar significativamente su crecimiento y potencial de rendimiento. Las ramas y los tallos rotos también pueden convertirse en puntos de entrada de enfermedades y plagas. 
• Arranque de raíces: las tormentas severas con vientos fuertes pueden arrancar de raíz plantas de cannabis enteras, lo que provoca su muerte. Incluso si la planta no se arranca por completo, el daño al sistema de raíces puede tener efectos perjudiciales en la absorción de nutrientes y la salud general.
• Inundaciones: las fuertes lluvias durante las tormentas pueden provocar inundaciones en la zona de cultivo. Las plantas de cannabis son sensibles a los suelos encharcados, ya que pueden asfixiar las raíces y provocar su pudrición. La humedad excesiva también puede aumentar el riesgo de enfermedades fúngicas.
• Erosión del suelo: las lluvias intensas pueden arrastrar la capa superior del suelo, dejando expuestas las raíces y afectando la estabilidad de la planta. Esto también puede provocar el agotamiento de nutrientes y la reducción de la capacidad de retención de agua en el terreno.
• Granizo: el granizo es otro peligro potencial durante las tormentas y puede dañar las hojas, los tallos y los brotes, lo que provoca lesiones físicas y crea espacios donde pueden proliferar las infecciones.
• Problemas de humedad y moho: las tormentas pueden generar altos niveles de humedad que, si se prolongan, pueden crear un entorno favorable para el crecimiento de infecciones fúngicas que pueden propagarse rápidamente y causar daños importantes.

El viento intenso no solo puede producir daños físicos a las plantas, sino también causarles mucho estrés.

Cómo proteger las plantas de cannabis en exterior

Para mitigar los posibles efectos devastadores de las tormentas es importante tomar medidas preventivas, como brindarles soporte físico, elegir lugares de plantación protegidos o emplear técnicas como la poda y el entrenamiento. Vigilar regularmente las plantas, especialmente después de las tormentas, permite identificar y abordar los problemas rápidamente. Aquí tienes otras medidas que puedes adoptar:

Atento a las previsiones meteorológicas

Es el primer consejo; y también el más obvio, aunque muchos todavía no lo hayan interiorizado: es fundamental mantenerse un paso por delante prestando atención a las previsiones del tiempo. Saber cuándo se acercan las inclemencias meteorológicas puede ayudarte a prepararte y tomar medidas preventivas. Invertir en una aplicación móvil o una estación meteorológica fiable proporciona actualizaciones en tiempo real e información sobre descensos de temperatura, lluvias intensas, vientos fuertes o posibles granizadas.

Ajusta el consumo de agua

Este es simple: si tus plantas reciben más lluvia de lo habitual, ajusta el agua que les das, ya que demasiada puede anegarlas y provocar la pudrición de las raíces. A nadie le gusta un jardín empapado, ni tampoco a tus plantas. Incluso si están cubiertas o en un invernadero, los niveles de humedad pueden aumentar y afectar a la cantidad de riego que necesitan. 

Crea estructuras de protección

Al elegir un lugar para plantar, opta por un sitio que proporcione cierta protección natural contra el viento, como cerca de una pared, una valla u otras estructuras que puedan actuar como cortavientos, como pueden ser barreras naturales como setos o arbustos alrededor. Aunque lo mejor que puedes hacer para proteger tu cultivo de los elementos es proporcionarles un techo. Lo ideal es un invernadero, que están diseñados para recibir tanta luz como en exterior y evitar que la lluvia y el viento azoten el cultivo. Tal vez las plantas estén sembradas directamente en el suelo y no puedas trasladarlas a un invernadero o bajo techo; en ese caso, construye un refugio temporal con una lona transparente y luego retírala cuando brille el sol. 

Una simple sombrilla de playa puede ser un aliado impagable ante una tormenta (sobre todo si es de granizo)

Soportes resistentes

Utiliza soportes como tutores de bambú o enrejados de metal para ayudar a que las plantas se mantengan erguidas. Estos soportes evitarán que las plantas se doblen o se rompan bajo la presión de los fuertes vientos o el aumento del peso de los cogollos mojados. También se pueden utilizar estacas de emergencia: si se acerca una tormenta y tus plantas ya están establecidas en el suelo, puedes clavarlas alrededor asegurándote que sea lejos de la base para evitar dañar las raíces.

Poda y entrenamiento

Una de las mejores cosas que puedes hacer para evitar que tus plantas de cannabis sufran daños es entrenarlas lo antes posible. Los métodos varían desde el entrenamiento de bajo estrés (LST) hasta atar suavemente las ramas para evitar la sobreexposición a los elementos. O construir un lecho o caja elevada colocando una red encima para limitar la altura y fomentar el desarrollo horizontal. Colocar una red no protegerá a tus plantas de la lluvia, pero alejaría el veneno del viento. También defoliar el exceso de hojas y eliminar las ramas débiles puede minimizar el riesgo de rotura. 

Uso de fungicidas preventivos

Las aplicaciones periódicas de fungicidas preventivos que contienen Bacillus subtilis como ingrediente activo pueden ayudar a prevenir las infecciones por hongos que se producen después de períodos de lluvias intensas. Esta bacteria produce antibióticos que suprimen los hongos, lo que puede minimizar los brotes dañinos de botrytis, mildiú y oídio. Este producto es más efectivo cuando se usa de manera preventiva, así que comienza a aplicarlo en la etapa vegetativa para garantizar que el Bacillus tenga la oportunidad de colonizar la planta antes de los períodos de lluvias frecuentes.

Sacude suavemente el agua de las plantas

Si bien es limitado lo que los cultivadores pueden hacer para proteger sus cultivos durante una tormenta, es posible sacudir suavemente las plantas después de un evento de lluvia intensa. Si bien esto parece una actividad inútil, disminuye la cantidad de agua sobre la planta y el tiempo que tardará en evaporarse.

Asegura un drenaje adecuado

Por último, un buen sistema de drenaje es esencial para proteger tus plantas de cannabis durante las tormentas. Un exceso de agua puede provocar la pudrición de las raíces y otros problemas relacionados con la humedad, así que asegúrate de que el suelo tenga un buen drenaje y considera la posibilidad de instalar canales o zanjas para desviar el exceso de agua de escorrentía.

A la hora de defender tus plantas de los elementos, la imaginación es el límite.

En resumen

Proteger tu cultivo de cannabis contra las inclemencias meteorológicas extremas requiere una combinación de preparación, bricolaje y técnicas de cultivo adecuadas. Invertir en sistemas de protección física, reforzar con tutores, gestionar adecuadamente el agua o estar preparado para el granizo y los vientos fuertes, son pasos cruciales para asegurar la productividad de tus plantas. La clave está en la anticipación y la respuesta rápida a las condiciones cambiantes del clima, garantizando así una cosecha exitosa y de alta calidad.