10 consejos para aumentar la producción de tricomas en las últimas semanas de floración

Si cultivas cannabis, probablemente tu objetivo es que sea lo más potente y sabroso posible. Para lograrlo, tendrás que maximizar la producción de tricomas. Y la fase final de floración es un momento crucial para ello, especialmente durante las últimas semanas, cuando la planta concentra sus esfuerzos en la producción de resina. A continuación, exploraremos diversas técnicas y trucos para maximizar la producción de terpenos y aumentar los niveles de thc, consiguiendo un producto final más potente y aromático.

En el mundo del cultivo de cannabis, la atención se centra a menudo en los tricomas, esas pequeñas estructuras bulbosas cristalinas cuya función es proteger a la planta de los depredadores, de los factores ambientales estresantes y de la radiación ultravioleta. Los tricomas también ayudan a regular la temperatura y evitan la evaporación excesiva, lo que permite que la planta prospere en varios climas.

Pero, además, los tricomas son los almacenes de los compuestos activos de la planta, incluidos los cannabinoides, los flavonoides y los terpenos. Cuantos más tricomas tenga un cogollo, mayor será su potencia medicinal y psicoactiva, así como más intenso y complejo su aroma y sabor. Por lo tanto, saber cómo aumentar la producción de tricomas puede suponer una ventaja sustancial para cualquier cultivador. ¡Y aquí tienes varios consejos para lograrlo!

1. Elige la genética correcta

En lo que respecta a la producción de tricomas, la genética juega un papel crucial. Las diferentes variedades de cannabis tienen distintas densidades de tricomas y capacidades de producción de resina. Y si tu cepa no tiene la genética necesaria para producir muchos tricomas, no hay mucho que puedas hacer para cambiarlo. Por eso, elegir la variedad adecuada es el primer paso que debes dar.

Consejo: busca variedades que hayan ganado premios por su potencia o que sean conocidas por su alto contenido de resina. Las genéticas con predominancia índica, como RS-11 o Purple Kush, suelen ser las preferidas por los cultivadores que buscan tricomas abundantes. Pero también puedes optar por sativas como Cookies Haze o Amnesi K-Lemon, que destacan no solo por su alto contenido de THC, sino también por su capacidad de producir una abundante cantidad de tricomas.

2. Entender el ciclo de floración y la maduración de los tricomas

La apariencia de los tricomas es una de las formas más seguras de saber que es el momento de cosechar. Su aspecto determina la potencia de los cannabinoides acumulados en su interior. Durante las últimas semanas de floración, los tricomas cambian de color, pasando de transparente a un blanco lechoso, para acabar en un ámbar más oscuro, un cambio que es un indicador clave de que han alcanzado su máxima expresión.

Consejo: puedes utilizar una lupa de aumento o un microscopio para observar los tricomas de cerca. La mayoría de los cultivadores cosechan cuando el 85% de los tricomas son lechosos y el 15% son ámbar. Esto favorecerá un efecto estimulante. Una proporción del 70 % al 30 % es perfecta para aliviar el dolor y favorecer el sueño. Por supuesto, tu cepa particular influirá en ese resultado. Estas son solo reglas generales.

3. Ajuste de la iluminación: el papel de la luz UV-B

La luz es un factor determinante en la producción de cannabinoides y terpenos; y las investigaciones sugieren que la exposición a luz UV-B en las últimas semanas de floración puede incrementar significativamente la producción de resina y THC. Cuando las plantas se exponen a la luz ultravioleta, crean compuestos protectores solares naturales, al igual que los humanos producen melanina y se broncean cuando se exponen a la luz solar. Esta reacción a la exposición a longitudes de onda de luz específicas se llama fotomorfogénesis y aumenta la actividad de los metabolitos secundarios del cannabis, es decir, cannabinoides como el THC y el CBD, como respuesta de salvaguardia evolutiva.

Consejo: puedes introducir lámparas de luz UV-B durante las últimas 2-3 semanas de floración, manteniendo estas luces encendidas siempre en periodos cortos que van desde los 15 minutos a las 2 horas diarias. Y siempre teniendo cuidado de no quemar las plantas.

4. Temperatura y humedad: estimulación del estrés controlado

Durante las últimas semanas de floración, el objetivo es replicar un entorno que incite a la planta a producir más resina para protegerse. Y las temperaturas más bajas pueden tener un efecto notable en la calidad y cantidad de los tricomas, ayudando a preservar los terpenos (responsables del aroma y sabor). Una humedad más baja también puede alertar a las plantas para que se protejan de la deshidratación y produzcan más tricomas.

Consejo: mantén la temperatura entre 18-24 °C durante el día y baja a 15-20 °C durante la noche. Reduce la humedad al 30-40% en las últimas semanas para evitar el moho; y utiliza ventiladores y extractores para mantener el flujo de aire constante.

5. Técnicas de riego y nutrición: menos es más en las últimas semanas

El estrés hídrico es otra técnica avanzada utilizada por algunos cultivadores para aumentar la producción de resina. Al limitar el riego en las últimas etapas de floración, la planta puede generar más tricomas como respuesta al estrés. Sin embargo, esta técnica debe aplicarse con precaución para evitar daños a la planta.

Para maximizar la calidad del cannabis, muchos cultivadores también optan por técnicas de «lavado de raíces». Esta práctica consiste en regar las plantas solo con agua para eliminar los nutrientes acumulados en el sustrato y mejorar la experiencia de consumo.

Consejo: comienza a reducir la cantidad de agua que das a tus plantas durante las últimas dos semanas de floración. No dejes que las plantas se sequen completamente, pero permite que la capa superior del sustrato esté más seca de lo habitual antes de volver a regar. Para realizar un lavado de raíces efectivo, utilizando agua de pH ajustado (6,0-6,5) para plantas en tierra y 5,5-6,0 para sistemas hidropónicos.

6. Técnicas avanzadas: estrés controlado mediante supercropping y defoliación

Algunos cultivadores creen que someter las plantas a un estrés leve puede aumentar la producción de tricomas, basándose en que estas técnicas pueden redirigir la energía hacia la producción de tricomas como mecanismo de defensa. Sin embargo, es importante tener en cuenta que deben realizarse con precaución y solo por cultivadores experimentados.

Consejo: puedes usar técnicas como el ‘supercropping’, que implica doblar cuidadosamente las ramas sin romperlas; o hacer una defoliación selectiva, retirando las hojas grandes que bloquean la luz hacia los cogollos inferiores, aumentando la exposición y mejorando la circulación del aire.

7. Manipulación del fotoperiodo: reducir las horas de luz

Simular un entorno de fin de temporada, donde los días son más cortos, hace a la planta aumentar su producción de resina. Al reducir las horas de luz, la planta percibe que se aproxima el final de su ciclo de vida, lo que la lleva a entrar en un modo de «supervivencia». Este estado de estrés moderado provoca que concentre la energía en proteger sus flores, que son su medio de reproducción, mediante la producción de más resina. La resina, rica en tricomas, no solo protege las flores de las plagas y los rayos UV, sino que también mejora su potencial reproductivo atrayendo polinizadores.

Consejo: durante las dos últimas semanas, reduce el fotoperiodo a 10-11 horas de luz diaria para imitar los días más cortos de otoño. Este ajuste debe hacerse de manera lenta y controlada para evitar un shock severo a las plantas, lo que podría causar estrés excesivo o incluso hermafroditismo (la aparición de flores masculinas en plantas femeninas).

8. Oscuridad antes de la cosecha: una técnica con tantos seguidores como detractores

Al igual que el lavado de raíces, dar a las plantas de cannabis un período de oscuridad antes de la cosecha también es un método muy debatido. Esta teoría sugiere que indica que es el final de la temporada y, una vez más, esto hace que la planta de cannabis realice un último intento de supervivencia, con una mayor producción de tricomas como parte de ello.

Consejo: algunos cultivadores utilizarán un programa de 0/24 para los dos últimos días en lugar del 8/16. Eso significa cero luz durante 48 horas. Muchos cultivadores están en contra de esta práctica y afirman que no tiene ningún beneficio. Otros la defienden y realizan la oscuridad antes de la cosecha en todos sus cultivos. Sin duda, no daña a la planta (siempre que el medio esté lo suficientemente hidratado), así que siéntete libre de experimentar como quieras.

9. Añadir suplementos de carbohidratos y potenciadores de resina

Los productos con carbohidratos complejos, aminoácidos y potenciadores de resina pueden proporcionar un empuje extra a la producción de tricomas. Por ejemplo, las plantas utilizan el azúcar como fuente de energía (igual que nosotros) para producir flores. Un poco de azúcar adicional puede dar lugar a flores más grandes y pegajosas.

Consejo: aplica suplementos como melaza, que proporciona carbohidratos y micronutrientes esenciales. Puedes añadirla al agua de alimentación durante las últimas semanas de floración. También puedes utilizar potenciadores de resina específicamente formulados para la fase final de maduración, siguiendo las instrucciones del fabricante.

10. La importancia del secado y curado adecuado

El aumento de los cannabinoides y terpenos no termina con la cosecha. Un secado adecuado es esencial para preservar los niveles de THC y mejorar el perfil organoléptico del cannabis obtenido. El proceso de curado permite que los compuestos se desarrollen y estabilicen, mejorando el sabor y la potencia del producto final.

Consejo: seca las flores en un ambiente oscuro con una temperatura entre 18-22 °C y una humedad relativa del 45-55%. Cura las flores en frascos herméticos, abriéndolos diariamente durante las primeras dos semanas para permitir la liberación de humedad y evitar la acumulación de moho.

Y un consejo final tan importante como los demás

Maximizar la producción de cannabinoides y terpenos durante las últimas semanas de floración requiere una combinación de técnicas avanzadas y un control cuidadoso del entorno. Ajustes en la iluminación, la temperatura/humedad, técnicas de riego y la aplicación de métodos de estrés controlado pueden marcar la diferencia entre un cultivo normalito y uno de campeonato.

Pero te recomendamos que te sientas cómodo con tu forma de cultivar antes de pasar a las técnicas anteriormente descritas. Lograr las condiciones perfectas implica mucho aprendizaje y experiencia. Una vez que estés satisfecho con el cannabis que estás cultivando o tengas suficientes plantas con las que experimentar, ¿por qué no intentas darles un poco más de estímulo final?